Mucha gente piensa en el Espacio como un vacío silencioso y desolado, pero la nueva evidencia revela que el espacio está lleno de actividad más allá de nuestra comprensión.
Así como enviamos sondas Voyager y Pioneer más allá de nuestro sistema solar, los extraterrestres tienen sus propias sondas que pueden haber llegado ya en el siglo XVII.
Si bien Tesla fue el primero en comunicarse con éxito con los mundos vecinos mediante ondas de radio, hemos recibido señales recientes de fuentes inteligentes. En 1989, la sonda espacial rusa Phobos 2 fotografió un OVNI en la superficie de Marte justo antes de perder el contacto.
Los científicos han determinado que la nave era real y tenía una forma elíptica delgada de más de 20 millas de largo.
No estamos solos en el espacio exterior y, si bien los alienígenas pueden estar iniciando contacto, también podrían estar ya aquí.